martes, 31 de mayo de 2011

Lalo, una historia de bullying.




Como todos los días el despertador sonó a las 6.30 am.

 Gloria se dio cuenta que Lalo aún no se había levantado de su cama.
--¡Laloooooo!  ¡levantateeeé, se te va a hacer tardeé! 
Al ver que su hijo no le respondía, decidió ir  a su habitación. 
 Lalo  al sentir  la presencia de su madre, se envolvió mas en sus cobijas y con desgano le dijo a su mama:
 --- ¡Hoy no quiero ir a la secundaria!
 Gloria bastante enojada  jalo el cobertor que cubría a su hijo, al mismo tiempo que grito;
 --- ¿Coooomo que no quieres ir? ¡Solo eso me faltaba!--
  Sus ojos se abrieron por completo al descubrir una gran cantidad de moretones en la espalda de su hijo.
-¡Dios mío quien te hizo eso!
-
¡Nadie ma!
-
¡Como que nadie!  ¡Vístete y vámonos a la secundaria!

Durante el trayecto, Lalo le comento a su mama que, el Chowy le quitaba su dinero y  últimamente le cobraba una cantidad extra por concepto de renta, es decir, si no cubría esa cuota le daría otra golpiza como la que le dio dos  antes, además le había advertido que su hermana la pasaría muy mal.

Al llegar a la secundaria Gloria se dirigió directamente a la oficina del director, este, argumento estar  muy ocupado y ordeno a una secretaria que fuera la sub-directora  quien le atendería….

Después de esperar 20 minutos, por fin  fueron recibidos.
 Gloria puso al tanto de la situación a la sub, quien decidió llamar al chowy para aclarar la situación.  Al llegar  el agresor,  Lalo se oculto detrás de su madre.
  La sub-directora  cuestiono al  presunto responsable el “chowy”…
-¿Que paso contigo?
-
¿Con que? ¿O qué?
-
¡Mira como golpeaste a tu compañero!
-
¿Yo? ¡Ni siquiera lo conozco, mucho menos le hablo, vamos en el mismo salón, pero jamás le he molestado! Contesto el chowy  con una voz suave y tenue.
-
¡Tú, tú, fuiste, tú fuiste, siempre me estas molestando!-- Dijo Lalo sumamente nervioso.
-- Haber
¿Quien está diciendo mentiras?  Dime la verdad Lalo ¿Quien te pego?  Dijo la sub muy molesta.
-
¡Fue él, él  me amenaza, me quita mi dinero y ahora me quiere cobrar la renta!
--
¡No maestra, yo ni lo conozco!--  Asevero muy tranquilo “el chowy”  y recalco  --Yo vi que ayer se peleo  a la hora de la salida con otro chavo; según dijeron, fue porque le robó la novia  al Ramón--
-¿Es eso cierto Lalo?-  Pregunto Gloria a su hijo llena de intriga.
--
¡No, no es cierto como crees que te voy a engañar Mama!
La  sub-directora se desespero así que considero “prudente” suspender  a Lalo tres días y al chowy  le pidió disculpas.

 Gloria también reprendió a su hijo;
 --¡Ya ni friegas, ay vengo  a poner mi cara de idiota! Dijo sumamente alterada, mientras le golpeaba repetidamente en la espalda.

Ya de vuelta en su casa, como al medio día, el niño se encerró en su habitación.  Lloro por mucho tiempo y volvió  a recordar cómo había  empezado todo esto

 El primer día de clases (de inicio de curso en la secundaria)   el chowy se hiso notar con todo el grupo y empezó a poner apodos a todos sus compañeros, que dicho sea de paso, estaban muy complacidos con la rutina de este comediante.
¡Tú serás la coneja, y tú la babis, jajajaja, y tú ,mmm, tú vas a ser  “el tambo”! --refiriéndose a Lalo--  ¡jajajajaja!

Al ser Lalo un niño robusto, ese apodo le destrozó la vida, ahora a  causa del humor negro del  “Chowy”  tenía que sufrir todos los días.

 Profunda  tristeza tenia Lalo en su interior, estaba tan entusiasmado de entrar a la secundaria, tenía la ilusión de que todo allí seria diferente, pues en la primaria le decían el puerquito, según porque era güero y gordo. Que mal la había pasado. Seis años aguanto las burlas de sus compañeros, así que un día de plano decidió verlo con humor y hasta se acostumbro.

Ahora en la secundaria,  desde el primer día, la crueldad del Chowy y la falta de compañerismo le tenían sumido en una depresión enorme, le tiraban la mochila y se la pateaban,  robaban su lunch, le metían el pie y lo aventaban,  Una vez le bajaron el pants con todo y ropa interior,  a pesar de que este hecho lo comento a varios maestros, ninguno le hizo caso.
Cierta ocasión la maestra Sandra de plano le dijo; 
--¿Oye Lalito, no será que tú tienes la culpa de que te digan el tambo?  ¿Por qué mejor no te pones a dieta? 
Todo el grupo la escucho y fue peor.
Casi un mes  le dijeron “barril de grasa”

Lalo sabía que con su familia no contaba,  su padre salía desde las 5.00am y llegaba a las 10.00 pm. Al llegar a casa solo cenaba y se iba a dormir, los fines de semana solo se dedicaba a tomar cerveza, su madre por el contrario simplemente le decía;  
“Tú tienes la culpa por molestarlos

Así, con todo ese recuerdo, continuo llorando.

Lloro hasta que su alma quedo seca y vacía.

Cayó en un sueño profundo,  Soñó que era delgado y que sus compañeros le respetaban.  Soñó que “el chowy era su mejor amigo y sentados en la banqueta disfrutaban de un helado. En la secundaria todo era diferente, hasta los maestros le ofrecían su ayuda. Soñó que su padre lo abrazaba al mismo tiempo que le daba consejos. Soñó que  su madre le apoyaba y compartían sus secretos.

Para Lalo fue un sueño tan hermoso y relajante,  por alguna razón, decidió no despertar jamás

Como a las 10.00 pm, Gloria llamo a Lalo para que bajara a cenar, al no escuchar respuesta alguna, fue a la habitación del niño, al abrir  la puerta, soltó un desgarrador alarido.

 Lalo estaba colgado de la herrería de su ventana.
Con su cinturón rodeando su cuello segó su vida, pensó que de esa manera terminaría de sufrir.

 Con desesperación su madre trato de cargarlo pero era demasiado tarde, Lalo yacía inerte, con el rostro morado e hinchado, pero irónicamente se apreciaba cierta tranquilidad en su faz.

En la mano derecha tenía una nota que decía;

Perdónenme pero es que ya no aguanto mas

La apatía de un Director, la ineptitud de una Subdirectora, la poca preparación que tienen los maestros acerca del bullying y la indiferencia de sus padres “Acompañaron” a  Lalo en ese obscuro viaje al mas allá”.
Hoy Lalo por fin…
Descansa en paz.



 “Uno de cada seis casos de bullying termina en suicidio” CNDH.
 ¿Que esperamos para hacer algo?  El próximo podría ser nuestro hijo(a).


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