Siempre he pensado que los seres humanos tenemos algo en común.
Algo que, a
pesar de ser todos diferentes, nos hace ser iguales. Somos Humanos. La
humanidad, es ciertamente eso, HU-MA-NI-DAD. Somos millones de personas que estamos
siempre en un mismo canal ,como si estuviéramos unidos por una fuerza
invisible, al menos para mi, esa fuerza , ese lazo invisible , se llama AMOR.
Sin embargo, por alguna razón, hay algunas personas
que les gusta ensuciar su vida, les
atrae enlodar y podrir su ser, disfrutan destruyendo el regalo mas
hermoso del creador, “El alma”. Y lo
hacen magnificando toda la maldad que hay en su interior, sin importarles las
consecuencias que esto pueda tener…
En la búsqueda
de hacer crecer mi negocio, estuve
buscando en internet un enfriador para
refrescos semi-nuevo. Hay personas que
de pronto dejan de usar algo, esto
no significa que ya no sirva, simplemente ya no se usan. ¿Qué hay que hacer con
ellas? Fácil, venderlas ¿Cual es la
forma más conveniente de vender? El internet.
Así, en la búsqueda de ese refrigerador, mis pasos me llevaron hasta
Netzahualcóyotl, una ciudad que hasta
ese día solo conocía por lo que en los
periódicos se podía leer;
Altos índices delictivos.
Mafias.
Extorsiones.
Secuestros.
Cobro de derecho de piso (renta)
Asaltos.
Balaceras.
La línea B del
Metro me llevaría a mi
destino. Mientras me acercaba a “Neza”, vi una ciudad muy diferente a lo que me
imaginaba, pues en algún
tramo el viaje es exterior , es decir,
las vías del tren van de forma paralela a la carretera, esto nos da una
amplia vista de la ciudad mientras hace
su recorrido. Esta zona, lucia muy bien.
Vi casas muy bonitas, muchos negocios, en concreto vi una comunidad con mucha “vida”. La verdad siempre pensé que Netzahualcóyotl era un lugar de aspecto muy diferente, de
pronto pensé que lo que escuchaba en la radio
y se leía en los periódicos eran
exageraciones, pues la nota roja siempre vende y los morbosos son el mejor
publico.
Llegue a la estación Rio de los remedios, desde
allí llame a la persona que me daría la
dirección a donde ir , me dio una serie de instrucciones y note que estaba muy cerca, camine unas 7 calles,
estas, como decía, eran muy limpias, salude a unas personas , ellas
correspondieron, eran como las 5.30 de
la tarde.
Al fin llegue al domicilio del vendedor, toque un
timbre, como ya “nos conocíamos por
internet” un joven abrió las puertas de su hogar…
Después de un saludo caminamos por un pasillo, fuimos
a dar a un local comercial cerrado, por los que vi allí hacían pizzas, me comento que a raíz de que “La familia
michoacana” le pidiera una extorsión
mensual muy alta, tendría que cerrar su
negocio, pues si no pagas, simplemente te
matan.
Nunca espere escuchar
una historia así.
Siempre he sido muy observador, y de algo estoy
seguro, siempre se cuando alguien miente y/o cuando va inventando cosas, este
joven estaba completamente a-te-rra-do y
hablaba con verdad.
Convenimos un
precio justo para los dos y
regresaría al otro día a cerrar
el trato, solo una condición me impuso
aquel hombre e insistía en ello a
cada momento;
“Por favor, ven lo mas
temprano que puedas, por favor”
De vuelta a casa, busque en el camino una camioneta de
fletes, la encontré e hice un acuerdo para vernos a las 8.00am.
Curiosamente, antes de entrar a la estación del metro,
en el paradero de autobuses vi uno que me resulto familiar, en el frente de su parabrisas decía así;
Metro Rio de los remedios.
San Juanico.
Cuautepec.
Tlalnepantla.
Excelente, era mi día de suerte, pensé, sin escalas a mi casita, un boleto directo al hogar, pues ese autobús me dejaría prácticamente a
unos metros de mi destino final.
Hubo un momento en que tendría que decidir,
aglomeraciones y transbordos entre el metro, tren ligero y un microbús ò un
largo y placentero viaje en autobús.
Después de dudar un
poco elegí el autobús.
6.30 pm.
Pague mi viaje, justo detrás del chofer me acomode,
encendí mi teléfono celular, coloque audífonos en mis oídos, elegí música
placentera y me dispuse a descansar…
Abordaron solo 4 mujeres y 5 hombres, todos teníamos entre 40 y 50 años de edad, se
me hiso raro que fuéramos muy pocos los pasajeros pues es un lugar donde
grandes cantidades de personas transitan.
Al fin dio marcha el autobús e inicio un largo recorrido en el cual
atravesaríamos; Netzahualcóyotl, Ecatepec, la delegación Gustavo A. Madero y Tlalnepantla.
A los cinco minutos recorríamos un paraje largo y solitario, cerros y un rio
era todo el paisaje, vi a lo lejos una
mujer que abrazaba a un hombre y detrás de ellos un hombre solitario, todos
cargaban mochilas, el chofer al verlos
cambio su carril de izquierda a extrema derecha de manera violenta, la
mujer hiso una seña y el autobús se dirigió hacia ellos, todos los pasajeros comenzaron a gritar:
-- Noooo, noooo, no te pares, nooo!!
El chofer no les hiso caso, pues de verdad, no
detenerse si era una opción y los pudo haber evitado.
Al detenerse el chofer abrió ambas puertas, el hombre
solitario corrió a subirse por adelante mientras sacaba una escuadra calibre .38 y cortaba cartucho, la pareja
hizo lo mismo, con sus armas solo que
se subieron por la parte trasera, escupiendo de sus bocas las mas
ofensivas y lastimosas palabras nos comenzaron a intimidar , yo fui el primero,
de inicio me golpeo con la cacha de su pistola la cabeza, me arrebiato el celular, un cachazo mas, me
arranco los audífonos y me saco lo único de dinero que traía:
Un billete de $ 20.00 pesos.
Atrás todo era
caos y gritos, otro golpe en mi cabeza no me dejo pensar mucho, mientras el
maleante puso con violencia su pistola en mi cabeza al mismo tiempo que me puso
de pie y me grito:
– ¡Saca la cartera hijo de tu pinche madre,
saca la cartera!— me volvió a recargar el arma con mas violencia.
--¡No
traigo nada, no traigo cartera!-- Le
conteste mientras con mi mano intente quitarme esa pistola de mi cabeza.
En la parte
trasera pasaba lo mismo, gritos desesperados
y forcejeos.
El malhechor me encaro y pude sentir su aliento fétido
-- ¡Saca la cartera pinche cabron o te
mato— Ahora puso la pistola en mi boca.
Se me ocurrió quitarme rápido el pantalón y al dárselo le dije, – No traigo nada mas, llévatelo todo.
Me miro, sonrió de manera burlona, escupió mi rostro al mismo tiempo
que aventó mi pantalón al pasillo, me
senté nuevamente, atrás las cosas era
igual:
¡La cartera, saca la
cartera!
Se acuchaba sin
cesar, solo que ahora la voz de la mujer asaltante sentencio de esta manera:
-- ¡Matalo. Matalo,
matalooooo!
Las pasajeras
gritaron desesperadas --- ¡nooo, por favor , nooo!!!— se escuchaba el forcejeo y también
como le golpeaban la cabeza a alguien,
el hombre que estaba junto a mi acciono su arma dos veces , ¡pum, pum!
Es un sonido breve y muy fuerte, ambos casquillos cayeron a mis pies,
dos detonaciones mas se escucharon por
la parte trasera… ¡pum, pum!..
Se hiso un silencio
absoluto.
Tuve la sensación de
que el tiempo se detenía.
Todo transcurria en
camara lenta.
El hombre que estaba a mi lado puso su arma en mi cara,
la voz de la mujer verdugo, una vez mas se escucho:
--¡Matalo, matalo, matalo, yaaa!--
Con la pistola en mi cabeza, justo en mi frente,
mirándome a los ojos el asaltante intento jalar del gatillo, vi como el
dedo le temblaba, yo lo mire, lo mire
muy calmado, entrecerré mis ojos y
moviendo mi cabeza de manera negativa intente decir algo. No pude.
Solo le pedí a Dios que mi muerte fuera rápida, solo le dije al
creador “llévame contigo”. El ladrón grito:
– ¡Ya nooo, ya nooooo!
Apunto su arma contra el chofer, a una señal el y sus cómplices abandonaron el autobús. Un
vehículo ya estaba al frente , lo abordador y simplemente se fueron…
Me puse mi pantalón y vi como los pasajeros descendían
del autobús. A unos metros vi al hombre
que le habían disparado, estaba
recostado en su asiento como si estuviera dormido, inmóvil,
un hilo de sangre salía por su boca, sus ojos aun estaban
abiertos, estaban como mirando al cielo, estoy seguro que fue lo último que
vio, con delicadeza los cerré, deslice
mi palma sobre su rostro aun tibio y le pedí a Dios misericordia por su alma y
resignación para su familia, junto a el
había una bolsa de pan.
Ese pan no llegara jamás a una mesa.
Unos niños preguntaran a su madre:
--¿A que hora llegara papa?--
Una mujer se quedara dormida cerca de la ventana, solo despertara para enterarse
que su esposo ha muerto.
Estoy seguro que la vida nos devuelve multiplicado
todo lo que como seres humanos proyectamos al universo día tras día.
Haces unos días al anochecer hacia frio extremo, vi a un hombre indigente
abrazarse a si mismo con la intención de darse un poco de calor. Le regale mi
chamarra pues yo estaba cerca de casa y pronto estaría mejor.
Dos días más tarde alguien me regalo una chamarra 10
veces mejor…
Hoy leí en el
periódico que un pasajero mato a tres asaltantes en un camión… Son los mismos
que antes mencione, creo que esa es la razón por la que escribí esto.
La vida esta
diseñada para cosechar y disfrutar los frutos de nuestro trabajo.
Nada de lo que
en esta vida logramos, jamás nos podrá
ser arrebatado, cualquier cosa, siempre regresara multiplicada.
Tarde o
temprano.
A pesar de lo
que parece, el camino fácil resulta ser el más difícil.
El que a hierro mata a hierro muere.
La buena vida es un camino que disfruto mucho, pues
nunca voy solo, todos vamos en el mismo
autobús, somos millones los que deseamos con el corazón paz, amor y armonía.
Tengo la certeza que hay algo que ningún ladrón podrá
robarme jamás, y eso es mi fe en el
creador y en su promesa:
“Nadie nunca podrá hacerme daño, si camino por el
sendero del bien”
Así sea.