Al
abrigo de la noche, con la luna como testigo de su desesperación, una pequeña
mujer corre a toda prisa en la obscuridad del bosque, es la princesa Alison. Solo
tiene en mente una cosa: encontrar con vida a su amado Rubén. Entre arboles, a
través de una estrecha vereda, levanta su vestido con ambas manos y corre con
loco frenesí. Siente que su corazón sale
del pecho. Sabe que asesinaran al amor de su vida. Resuenan en su cabeza las
palabras de uno de sus fieles sirvientes – ¡Princesa, escuche con atención no
tengo mucho tiempo, el rey se entero de su amor secreto y ha ordenado la muerte
del joven Rubén a manos del hechicero,
ya le envié un mensaje y te
vera en lo alto de la montaña para que puedan escapar! – Momentos después, la
princesa, se entero que su sirviente había sido torturado y asesinado por el
rey, sabía entonces que no tenía mucho tiempo.
Así con ese
pensamiento seguía corriendo. Entre los arboles, vio en lo alto de la
montaña cuatro antorchas que avanzaban rápidamente.
Era el malvado
hechicero. Habían sido descubiertos.
Sin dejar de
correr, como pudo, se quito las zapatillas y apresuro sus pasos. Levanto aun
más su vestido para apresurar su carrera. De vez en cuando con sus manos limpiaba sus
ojos, pues abundantes lágrimas empañaban sus ojos.
Al llegar a
lo alto de la montaña, al borde del
precipicio, Rubén se defendía de cuatro
hombres encapuchados que con sus antorchas trataban de arrojarlo al vacio. Un
grito desesperado emergió de los labios de la princesa.
--¡Rubeeeeen,
Rubeeeen!-
--¡Vete, vete, huye, yo te alcanzare en el rio, veteé!—Grito el hombre desesperado mientras con su espada defendía su vida.
--¡Vete, vete, huye, yo te alcanzare en el rio, veteé!—Grito el hombre desesperado mientras con su espada defendía su vida.
El hechicero
aprovecho la oportunidad y tomo por el cuello a la princesa, con su voz ronca y
sepulcral dijo;
--¡Basta, es
suficiente de juegos!— Sus sirvientes se replegaron tras el hechicero y se hiso
un silencio… un largo silencio…
Rubén
sangraba por la boca, sus ropas estaban desgarradas como signo de una gran
batalla librada, a pesar de sus múltiples
heridas saco fuerzas de su interior, jadeando, con dificultad para respirar, blandiendo en lo
alto su espada, encaro a su malvado enemigo.
--¡Suéltala,
el rey ordeno mi muerte no la de ella, suéltala!--
--¡jajajajaja! ¿Estás loco? ¿Sabes quien soy yo?— Dijo “Sorlac” el hechicero, al mismo tiempo que de su mano derecha salía un gran rayo que ilumino parcialmente la montaña e hiso retroceder a Rubén casi al borde del precipicio. --¡Salta, te dio la oportunidad, salta al vacio y le perdonare la vida a la princesa!—
--¡jajajajaja! ¿Estás loco? ¿Sabes quien soy yo?— Dijo “Sorlac” el hechicero, al mismo tiempo que de su mano derecha salía un gran rayo que ilumino parcialmente la montaña e hiso retroceder a Rubén casi al borde del precipicio. --¡Salta, te dio la oportunidad, salta al vacio y le perdonare la vida a la princesa!—
Sorlac
apretó fuertemente el cuello de la damisela, mientras que ella con ambas
manos trataba inútilmente de escapar.
Rubén miro
hacia atrás, vio un enorme y obscuro vacio, apretó con ambas manos su espada y
encaro al hechicero y sus secuaces. --¡eso jamás, nunca, lo oyes, nuncaaaa!—
De su
garganta emergió un enorme grito de guerra mientras corrió a enfrentar a sus
enemigos.
Era el
momento, matar o morir.
A una orden,
de Sorlac, los encapuchados se abalanzaron sobre el y comenzó la feroz
batalla. Decidido, Rubén, de un tajo corto la cabeza del primero un de ellos,
con la mirada perdida, encendida por la
rabia, atravesó el pecho del segundo y a uno mas le corto el brazo derecho,
mientras el ultimo de ellos le sorprendió por la espalda y lo derribo,
rodaron por el pasto, el rufián lo tomo del cuello pretendiendo ahorcarlo
pero hábilmente Rubén logro zafarse y lo lanzo al precipicio.
Cuerpos ensangrentados y antorchas quedaron el pasto. La luna iluminaba
aquel claro en la cima de la montaña.
Rubén versus
el hechicero.
El momento
final había llegado…
Con la
respiración agitada y arrastrando la espada Rubén reto al hechicero.
--¡Suéltala,
o si no…!
--¡O...si no.. que!—Apretó el cuello de Alison, quien puso sus ojos en blanco y desmallo sus brazos sin fuerza alguna --¡ jajajajaja! ¿Se te o olvida que soy “Sorlaaaac”, el gran hechicero? ¡ jajajajaja!—
--¡O...si no.. que!—Apretó el cuello de Alison, quien puso sus ojos en blanco y desmallo sus brazos sin fuerza alguna --¡ jajajajaja! ¿Se te o olvida que soy “Sorlaaaac”, el gran hechicero? ¡ jajajajaja!—
Con
fuerza arrojo a la princesa sobre los arboles, se elevo en el aire unos cinco
metros, mientras su figura comenzó a resplandecer, extendió sus brazos,
los dirigió hacia Rubén y pronunciando un hechizo, lanzo un gran rayo
azul, mismo que ilumino el cielo y la montaña, de hecho el resplandor se
pudo ver desde varios reinos cercanos.
Una
tétrica y lúgubre carcajada hizo eco al rededor.
“Sorlac”,
triunfante se desvaneció en el firmamento.
La princesa Alison, aturdida, se levanto apoyándose en un
árbol, trastabillando, tomo una antorcha que aun estaba encendida y busco a Rubén.
Con enorme
tristeza y dolor vio el cuerpo inerte de aquel valiente que se atrevió a
amarla, que por amor enfrento al temido hechicero, que por amor, había perdido la vida.
Llorando
amargamente, de rodillas, se postro
junto a el, tomo la espada y mirando al cielo, sin pensarlo, atravesó su cuerpo, así emprendió de la mano de Rubén
su camino al mas allá.
Donde se
amaran por siempre…
Esto fue lo
que vi en una representación a cargo de mi hija Alison Denise y sus
chambelanes, el sábado 13 de agosto de 2011 durante la celebración de su fiesta de XV
años.
Fue
algo maravilloso ver como a través de coreografías y música se represento esto
en una pista de baile ( al menos eso fue lo que yo vi ) al ritmo de “Los reyes
de la noche”.
Todos nos
sorprendimos, supe de una mujer que se enojo cuando el “hechicero” aventó a mi
hija al suelo, por poco se levanta a golpear al chambelan.
Fue una
fiesta que jamás olvidare. Se que Alison tampoco. Quince años espero esta
noche. La espera valió la pena y el sueño
se hizo realidad. De verdad parecía una princesa. La cena fue exquisita, un grupo norteño, no
podía faltar el “D.J” tequila y
diversión, muchísima diversión.
Este día, 13
de agosto de 2011 , vivirá por siempre
en la mente de Alison Denise, no solo
por que estaba rodeada de sus verdaderos amigos y familiares, sì no, porque sabe
que todos ellos la quieren. Sabe que
siempre estarán con ella. Siempre a su lado.
Me gusta
hacer amigos en todas partes, me gusta ser reconocido como una persona
moralmente solvente, soy confiable, responsable y tengo ambiciones. Trato de
ser una persona en quien se puede
confiar.
Alison
Denise es igual que yo.
Caminar
solos por la vida es lo peor que podemos hacer.
Siempre es
bueno saber donde hay un oasis en el desierto.
La verdadera
amistad es como un gran árbol, llagado
el momento, nos brindara sombra y frescura en el día mas soleado.
Alison, a su
corta edad, tiene ya sembrado un gran
bosque lleno de árboles…
Dedicado con
todo mi amor a la flor más hermosa que Dios puso en mi jardín.
Para ti…
“Ali”
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