Hoy al amanecer salí al
patio de mi casa, levante los brazos al cielo y le di gracias a dios
por todo lo que tengo.
Allí de pie, aun en obscuridad, con las manos abiertas como si quisiera abrazar el infinito,
con la mirada fija en las estrellas, hable
con Dios…
Gracias te doy padre eterno
por todo lo que tengo, gracias te doy por mi salud y fortaleza, gracias por el trabajo que aún conservo, gracias por
la familia que me diste, gracias por los amigos que me rodean, gracias muchas
gracias.
Padre mío, cuida a mi
familia y a mis amigos, dame el trabajo que necesito, dame el pan nuestro de
cada día, dame éxito, dame fortaleza y actitud ante los desafíos, dame oportunidades
para crecer en la vida, dale paz y amor a mis días.
Gracias Dios mío por escuchar mis suplicas.
Permanecí unos instantes
con los brazos extendidos al cielo, sentí en todo mi cuerpo la suave brisa del amanecer,
de pronto, una estrella fugas cruzo por unos segundos en el firmamento… mi rostro se ilumino y un par de lagrimas rodaron por mi faz, no pude
mas que dar gracias al creador pero ahora en vos alta…
¡GRACIAS, INFINITAS PADRE MIO!
Así de una manera especial inicie este día completamente
convencido que Dios siempre esta a mi lado.
Se que momento mas obscuro es antes del amanecer, y en mi vida, el sol ya se asoma por el
horizonte y casi puedo sentir su calor.