Después de 20 años de "vivir en familia"solo le dijeron adiós. En un juicio alevoso fue
juzgada y sentenciada sin poder objetar nada, solo escucho; ¡Culpable!
¡Culpable! ¡Culpable!
Como
si un ser humano fuera una cosa, le apartaron del hogar. A su familia le dedico toda su vida, en cuerpo y alma, a cambio nada recibió. La vida es extraña, hoy María a sus 40 y tantos lo sabe.
Ella
camina sola, en su cuerpo lleva las
huellas de la vida que llevo, en su alma lleva las marcas de quien alguna vez
la lastimo y en el corazón tiene un hueco, un vacio por la “familia” que solo
le dijo adiós.
Ella camina sola, cuando se dirige a su trabajo, de regreso a
casa y las tardes de domingo.
Por fin ya
no tiene a quien rendirle cuentas, ya no hay quien la regañe;
--¿Donde chingados andabas cabrona?
Nunca
más volverán a escuchar sus oidos, nunca más.
No más celos, no más injurias, no mas violencias. No más.
No más celos, no más injurias, no mas violencias. No más.
De
alguna manera hoy piensa que salió ganando, pues, la maquina que lavaba ropa, la
cocinera, la mujer que hacia el aseo, el ser humano que nunca se quejo, al fin
descansara.
Ella
camina sola, sin embargo ahora es independiente, tiene un trabajo y gana su propio dinero, libremente convive con sus amig@s y descubrió que a sus 40 y tantos esta viva y aun tiene mucho por
vivir.
Ella
camina sola, ella camina libre, ella camina sonriente.
Por
las calles vacías, en las tardes lluviosas, aun en la obscuridad, ella camina
sola… pero inmensamente feliz.