sábado, 29 de septiembre de 2012

Ella camina sola.


 Después de 20 años de "vivir en familia"solo le dijeron adiós. En un juicio alevoso fue juzgada y sentenciada sin poder objetar nada, solo escucho; ¡Culpable! ¡Culpable! ¡Culpable!

Como si un ser humano fuera una cosa, le apartaron del hogar.  A su familia le dedico toda su vida,  en cuerpo y alma,  a cambio nada recibió.  La vida es extraña, hoy María a sus 40 y tantos lo sabe.

Ella camina sola,  en su cuerpo lleva las huellas de la vida que llevo, en su alma lleva las marcas de quien alguna vez la lastimo y en el corazón tiene un hueco, un vacio por la “familia” que solo le dijo adiós. 

Ella camina sola, cuando se dirige a su trabajo, de regreso a casa y  las tardes de domingo.

Por fin ya no tiene a quien rendirle cuentas, ya no hay quien la regañe;
  --¿Donde chingados andabas cabrona?

Nunca más volverán a escuchar sus oidos, nunca más.

 No más celos, no más injurias, no mas violencias. No más.

De alguna manera hoy piensa que salió ganando, pues, la maquina que lavaba ropa, la cocinera, la mujer que hacia el aseo, el ser humano que nunca se quejo, al fin descansara.

Ella camina sola, sin embargo ahora es independiente, tiene un trabajo y gana su propio dinero, libremente convive con sus amig@s  y descubrió que a sus 40 y tantos esta viva y aun tiene mucho por vivir.

Ella camina sola, ella camina libre, ella camina sonriente.

Por las calles vacías, en las tardes lluviosas, aun en la obscuridad, ella camina sola… pero inmensamente feliz.